Emprender en tiempos de pandemia

Emprender en tiempos de pandemia: negocios que abrieron en Málaga durante el confinamiento

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El estado de alarma les pilló con todo listo y, pese a ello, siguieron adelante. Cuatro emprendedores de Málaga narran las dificultades para hacerlo

Irene Pérez lo tenía todo listo para el estreno cuando se paró el mundo: un grafitero que le iba a decorar el cierre del local, un saxofonista que debía tocar en directo durante la fiesta inaugural, los proveedores con toda la mercancía preparada… Pero el inicio del estado de alarma y el confinamiento de la población echó por tierra todos sus planes. Tenía previsto abrir Territorio Burger, su nuevo proyecto empresarial en Benalmádena, el 16 de marzo, justo dos días después de decretarse la alerta sanitaria, por lo que en cuestión de horas tuvo que replantearse todo el negocio.

«Fueron días muy duros; pensé que era una señal para que no abriese», reconoce. Pero decidió dar un paso al frente y seguir adelante con un nuevo concepto de hamburguesería centrada en el producto y apoyada en proveedores locales. «Ya lo teníamos todo listo y nos costaba más cerrar las puertas que abrir», recuerda. Tras unas jornadas de gran incertidumbre decidió subir la persiana aunque sólo pudiera repartir comida a domicilio y entre un mar de dudas. «Nadie nos conocía y la gente no podía salir a la calle para ver que habíamos abierto». Y le salió bien. «Estamos muy contentos, los clientes no están dejando muy buenas críticas y están repitiendo, lo que es una buena señal».

Entre tantos cierres de empresas y ERTES de trabajadores, la pandemia provocada por el coronavirus también ha dejado diferentes historias de éxito de emprendedores que han comenzado su andadura en tiempos del Covid. Al igual que Territorio Burger, otros negocios como La Fábrica de la Plata, The Next Level o Levi Angelo Gelato han logrado abrir sus puertas durante los días más duros del confinamiento.

Levi Angelo Blancke tenía previsto abrir su flamante heladería en el Soho el sábado 21 de marzo, por lo que el inicio del estado de alarma le pilló con el local a medias. Para este empresario, que tenía dos negocios más en Frigiliana, el coronavirus le puso en la encrucijada de tener que elegir entre apostar por el nuevo negocio del Centro o plegar velas y centrarse en mantener los dos establecimientos del pueblo axárquico. Y apostó por lo primero. «Económicamente ha sido un problema importante y decidimos apostar por Málaga porque pensamos que el turismo se recuperará antes que en Frigiliana», resume.

The Next Level

De origen belga, este emprendedor explica que la pandemia también le obligará a reorganizar un poco el negocio, ya que inicialmente iba a estar muy enfocado al turismo. «De momento estamos contentos porque hay un chorreo continuo de clientes; nosotros nos tomamos esto como una señal para que apostáramos por el negocio de Málaga», resume.

A Vanesa Miñoz y José Antonio Rodríguez el confinamiento les pilló en plena obra. Tras más de un año buscando el local idóneo y tras realizar importantes estudios de mercado, la pandemia les ha obligado a reinventarse en cuestión de horas. Ellos acaban de abrir The Next Level, un negocio que antes del Covid-19 estaba pensado como cafetería y que ahora se ha convertido en un local de comidas para llevar. «A la semana de empezar con la reforma tuvimos que pararlo todo; nos quedamos encerrados en casa y sin poder comprar materiales. Fue todo muy frustrante», reconoce él.

Abrieron finalmente el martes 19 de mayo en la calle Panaderos, casi un mes después de lo inicialmente previsto y con más dudas que certezas. «Nuestros amigos y los mismos empresarios de la calle nos preguntaban si estábamos seguro, pero ya estábamos dentro, habíamos invertido dinero y creíamos en nuestro proyecto». Enfocados inicialmente al turista que solía llenar las calles de la ciudad, para el estreno tuvieron que cambiar los cruasanes por pitufos y los zumos por desayunos completos para las personas que trabajan en el entorno. «Nuestra idea sigue adelante, pero tendremos que esperar a que todo se normalice».

A Inmaculada Cuéllar el inicio del estado de alarma también le sorprendió con todo listo. Ella es la encargada en Málaga de la empresa La Fábrica de la Plata, una joyería que abrió sus puertas en la calle Nueva coincidiendo con el estreno de la fase 1. «Íbamos a abrir el sábado 14 de marzo y justo ese día decretaron el estado de alarma», recuerda. En su caso explica que llevaban desde principios de marzo adecuando el local y recepcionando la mercancía. «Nos metimos mucha prisa con las vitrinas y los escaparates, la semana antes metimos la mercancía y nos quedamos a medias», lamenta.

Finalmente abrieron el 18 de mayo, justo cuando Málaga estrenó la fase 1. «Estábamos muy ilusionados y se fastidió todo en un momento», dice. Pero finalmente remontaron. Y es que ni el Covid-19 puede con estos empresarios.

 

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